Solo una pequeña parte de pacientes con esteatosis desarrollan esteatohepatitis, una inflamación del hígado como consecuencia del depósito de grasa, y solo una pequeña parte de estos desarrolla cirrosis. Se estima que la mitad de los pacientes con cirrosis de causa desconocida habían tenido una esteatohepatitis que posteriormente produjo el daño, ya irreversible, del hígado.
Se desconoce qué factores llevan a que una persona tenga solo esteatosis o desarrolle esteatohepatitis, si bien se sospecha que tanto factores ambientales como genéticos contribuyen a esta evolución. Tampoco se conocen los factores que hacen pasar desde esteatohepatitis hacia cirrosis, algo que ocurre en aproximadamente 5 de cada 100 pacientes con esteatohepatitis, aunque de nuevo factores ambientales y genéticos contribuyen probablemente a esta evolución. Los factores que se han relacionado con una mayor progresión de esteatosis hacia esteatohepatitis y cirrosis son:
El consumo de alcohol.
La presencia de diabetes.
La presencia de hipertensión arterial.
La obesidad.
Los pacientes con hígado graso no alcohólico tienen con frecuencia muchos factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular, como obesidad, hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, etc. De hecho, la causa principal de muerte en estos pacientes es el infarto de miocardio o el ictus.